Hace muchos años, trabajando en la zona el estrecho de Gibraltar con otra chica y otro chico, tuvimos una entrevista con el dueño de una finca, para solicitarle permiso para entrar y muestrear. El dueño solo hablo con mi compañero. A mi compañera y a mí no nos dirigió la palabra.
No me ha vuelto a pasar nada semejante, pero sé que todavía se dan ese tipo de situaciones.
Sin embargo nunca me he sentido discriminada a la hora de encontrar un trabajo.
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